Historia

El Asilo Escuela Ntra. Sra. del Remedio nació por la iniciativa de un grupo de señoras alicantinas bajo la protección de la Patrona de Alicante, la Virgen del Remedio.

Las dos columnas centrales donde se apoyó la idea de la fundación fueron el Gobernador Civil de la Provincia y el Abad de la Colegiata. Bajo su autoridad se nombró la Junta del Asilo.

Nuestro centro nació, como fundación Asilo Escuela Nuestra Señora del Remedio, para atender la necesidad educativa y social en un momento histórico concreto, para albergar, instruir y alimentar a niños y niñas pobres cuyas familias no podían ocuparse de ellos, por tener que dedicarse a su trabajo, campo, talleres, muelle, y principalmente trabajadoras de la antigua fábrica de tabaco. Con el paso del tiempo, se abriría a otros sectores de población proporcionando formación laboral para una mayor integración en el tejido social de la ciudad.

Al no tener medios para la construcción de dicho Asilo, se tomó en alquiler una casa en la calle San Vicente y se abrió una suscripción mensual para atender los gastos de la Fundación. Dieron por inaugurada la obra en Agosto 1867.

No tardó mucho tiempo en ser insuficiente el espacio del edificio ya que el número de niños iba creciendo y se vio la necesidad de acelerar el momento de llevar a término la Fundación. Gracias al esfuerzo y a la generosidad de los alicantinos, se inauguró el Asilo el día 20 de enero de 1878 en el Paseo Campoamor nº 4.

El Patronato de la Fundación cedió la gestión a la Compañía de las Hijas de la Caridad, imprimiendo en su dirección y gestión el carisma de San Vicente de Paúl. Debido a la falta de vocaciones en la Compañía, el patronato de la fundación suscribió en el año 2013 un convenio con la Diócesis de Orihuela-Alicante, para llevar la gestión del centro educativo, insertándose en la red de colegios diocesanos.

Tras los distintos cambios legislativos y educativos, esa primera impronta sigue presente en nuestro ideario, en nuestra manera de trabajar y en nuestra razón de ser.

Ese carisma vicenciano hace vivir la educación con un sentido agudo de responsabilidad social, buscando encontrarse con la necesidad y con la injusticia que padecen los más necesitados. El diálogo fe-cultura que se ha de establecer en la educación católica, ha de llevar también a analizar con sentido crítico la sociedad en la que vivimos y a saber ofrecer respuestas que se impliquen en los cambios necesarios. A ejemplo de San Vicente de Paúl, nuestro centro, heredero de su vivencia evangélica, sigue atento a la realidad, la analiza e intenta favorecer que el alumnado sea consciente de que su vida ha de ser vivida como una vocación al servicio de una sociedad que necesita testimonios valientes y el anuncio de Aquel que puede dar sentido pleno de la vida.