El pasado lunes 9 de junio celebramos la Eucaristía que marca el cierre del curso escolar. Fue un momento muy significativo, en el que nos despedimos de un año lleno de vivencias inolvidables, por las que sentimos un profundo agradecimiento. También fue una oportunidad para reconocer y agradecer los momentos difíciles, que, aunque desafiantes, nos han ayudado a crecer y fortalecernos.
La jornada comenzó con nuestra tradicional peregrinación a la Parroquia de la Misericordia. Queremos expresar nuestro sincero agradecimiento a don Manuel por su constante apoyo a nuestro centro y por recibirnos siempre con tanta calidez en su parroquia.
Durante este año nuestro lema ha sido: PACIENCIA, TODO TIENE SU TIEMPO. Con él hemos aprendido a esperar las cosas con calma, sin agobios, a superar los contratiempos, a respetar el ritmo de los demás y a escucharles.
También hemos hablado y trabajado sobre la ACOGIDA, aprendiendo a dejar un sitio siempre disponible para aquel que quiera venir con nosotros, tal y como hizo Jesús.
«Padre, al finalizar este curso te damos las gracias porque hemos podido aprender a vivir de una forma más humilde y paciente.
Gracias por ser ejemplo de cada día para nosotros, Tú que, nacido en un pesebre, nos demostraste que no hacían falta grandes lujos ni riquezas para mostrar tu grandiosidad.
Te damos gracias por María, nuestra madre, a quien nos mostraste como ejemplo de acogida y amor. A través de ella podemos comprender que la mejor manera de seguirte es llevar una vida sencilla, limpia, ordenada, sobria y austera.
Gracias, Padre, por nuestras familias, porque en medio de las dificultades del día a día, nos acompañan, nos cuidan y nos enseñan a ser personas francas y sinceras, siguiendo el modelo de tu Hijo Jesucristo.
Gracias por todos los miembros de la Comunidad Educativa y por todas las personas que han estado pendiente de todos nosotros durante este curso para ayudarnos a crecer y mejorar cada día».
A continuación les mostramos imágenes de los diferentes momentos vividos: